Aprender es fracasar, es fracasar muchas veces y volvernos a levantar superando nuestro fracaso, y volver a fracasar. El camino de la perfección está plagado de fracasos que nos enseñan el rumbo a la excelencia. Cada fracaso es un soporte que tiene el edificio de nuestro conocimiento, cuanto más alto sea, más soportes habrá necesitado en su levantamiento, que acreditarán su fortaleza. No existen éxitos sin fracasos. La cumbre del éxito se apoya en la montaña de fracasos. El esfuerzo que conlleva cada fracaso es la garantía de un conocimiento aprendido.
Autora: Dinorah Jiménez Siles
Gestión de Talento DJS 